Cooperación Cultural Internacional Justa - Idioma

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Sculpture 'Dismemberment' by Anish Kapoor
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Anish Kapoor. Image via WikiMediaCommons.

Cooperación Cultural Internacional Justa - Idioma

Cooperación Cultural Internacional Justa

Cooperación Cultural Internacional Justa es una serie de reuniones con las que DutchCulture y sus socios internacionales analizan la posibilidad de un código de conducta de origen internacional aceptado en todo el mundo. Cada reunión cubre un tema específico: financiación en 2018, cambio climático en 2019, e idioma este año, el 18 de septiembre, en Ámsterdam, durante el Foro sobre Cultura Europea. Vea a continuación para obtener más información sobre los antecedentes y las metas de esta serie.

Cuando se trabaja en el exterior y existe colaboración internacional, los profesionales de la cultura ingresan a un espacio que ya está caracterizado por las diferencias culturales y las desigualdades estructurales de poder. Una de estas desigualdades surge del uso del idioma. Esto puede ocurrir de tres maneras:
1.           El idioma de comunicación que se elige suele beneficiar más a una parte que a la otra.
2.           El vocabulario que se usa determina la valoración que se hace del mensaje.
3.           El significado de las palabras que se usan varía de acuerdo con los antecedentes culturales de cada persona.

Vea un análisis más amplio del tema idioma a continuación.

Metas de la reunión

El propósito de la cooperación cultural internacional justa es promover la colaboración cultural internacional de manera que se reconozcan modalidades de trabajo diferentes y sistemas desiguales al tiempo que se promueve el respeto mutuo entre culturas diferentes. Durante la sesión de septiembre de 2020, nos preguntaremos: ¿cómo podríamos arreglar la cooperación cultural internacional de manera que se pueda considerar justa con respecto al idioma? Le pedimos que participe activamente en dos sesiones de trabajo que se realizarán en grupos. Estas sesiones cubrirán las dos preguntas siguientes:
1.   Ética

¿Qué principios éticos compartimos respecto al uso del idioma en la cooperación cultural internacional justa?; es decir, ¿cómo se podría utilizar el idioma para promover la cooperación cultural internacional justa y cuáles con los principios éticos que podrían guiar las mejores prácticas en relación con condiciones lingüísticas no discriminatorias?

2.   Práctica

¿Qué oportunidades y desafíos conllevaría hacer arreglos para una cooperación cultural internacional más justa con respecto al uso del idioma en sus organizaciones, sus sistemas de financiación, con sus socios o con el público en general?; es decir, ¿qué herramientas y métodos prácticos podríamos desarrollar con el fin de comprender los principios éticos compartidos respecto a la justicia lingüística? ¿Cuáles son los mejores casos y los casos «fallidos» que podemos consultar?

Se apoyará el debate mediante la participación de un orador principal y lecturas adicionales sobre el tema Cooperación Cultural Internacional Justa - Idioma. Al igual que el año pasado, los resultados de estos debates se presentarán en un informe y se usarán para continuar la conversación sobre las prácticas justas dentro de la cooperación cultural internacional.

Análisis del tema para 2020: Idioma

A pesar de que las relaciones internacionales se encuentran bajo presión, y que Gran Bretaña ya no forma parte de la Unión Europea, el inglés todavía es el idioma más comúnmente usado en las transacciones diarias de muchos sectores que operan internacionalmente, incluido el del arte. Su fuerza es innegable y omnipresente. Es la lengua franca que permite que muchas personas de Europa y del mundo que previamente no estaban conectadas se comuniquen entre sí, a una escala sin precedentes. El poder de tener un idioma común se hace visible cuando consideramos el nivel del intercambio cultural que existe entre, por ejemplo, España y los países hispanoamericanos. Sin embargo, la prominencia de un determinado idioma excluye ciertas voces o conceptos de la conversación, exponiendo estructuras globales de poder más grandes al tiempo que silencia lentamente otros idiomas y voces del mundo.


Se considera en gran medida que la comunicación abierta y frecuente es la principal condición esencial de una colaboración cultural justa y nos define como un pueblo. Sin embargo, en contextos internacionales disímiles, el modo en que se usa el idioma puede cerrar, en lugar de abrir, canales de comunicación. Dentro de las colaboraciones artísticas internacionales, la toma de decisiones importantes sobre el idioma natural elegido, el texto apropiado, el uso específico, los medios y el significado del idioma a menudo se realiza de forma inconsciente y sin pruebas manifiestas. Esto tiene importantes consecuencias tanto para los socios, otras partes interesadas y la obra en sí misma. Como consecuencia de esta falta de toma de decisiones consciente, muchas colaboraciones internacionales fortalecieron, sin quererlo, las diferencias del poder global, reforzando la hegemonía del mundo anglosajón expresada a través del dominio del inglés como lengua franca. Por ejemplo, la historia colonial de muchos países del hemisferio sur sigue siendo evidente en el vocabulario esperado en las solicitudes de financiamiento. En lugar de criticar las ideologías dominantes y desafiar las injusticias, muchos proyectos culturales internacionales involuntariamente reproducen las estructuras de poder existentes, impidiendo la posibilidad de colaboración justa.

En términos amplios, uno puede distinguir tres aspectos del idioma que son propensos a organizarse injustamente dentro de las colaboraciones culturales; todos estos tres aspectos implican decisiones cruciales que no se deberían hacer, por norma, de forma involuntaria, sino de forma consciente respecto del ideal de la cooperación cultural internacional justa.


En primer lugar, contamos con un idioma de comunicación [voertaal], que en las colaboraciones internacionales con frecuencia es una lengua franca o un idioma común heredado de un pasado colonial. Ya que el idioma es una parte profundamente constitutiva de la identidad existencial, cultural y artística de uno, la decisión de una lengua franca, como el inglés o el francés, se hace con frecuencia demasiado rápido y automáticamente, ya que tal decisión puede restringir la libertad de las expresiones artísticas y la diversidad lingüística, reforzando los resentimientos residuales del pasado colonial. Si bien despreciar culturas lingüísticas más pequeñas y dialectos menos familiares (como el inglés afroestadounidense vernáculo en los EE. UU.) puede ser un lugar común, las colaboraciones interculturales justas requieren que uno pueda superar los prejuicios inherentes en torno al uso del idioma. Tal negligencia ideológica de las culturas lingüísticas más pequeñas, también con respecto a los dialectos no reconocidos (como el inglés afroestadounidense vernáculo), es uno de los desafíos más decisivos, pero al mismo tiempo rebeldes, que se deben superar en el esfuerzo por alcanzar colaboraciones interculturales justas.


En segundo lugar, en un idioma de comunicación elegido, el vocabulario que se utiliza juega un papel crucial, tanto en lo que respecta a las expectativas de ciertas palabras en las solicitudes de financiación, así como también en relación con la propiedad artística de cada creador del discurso artístico compartido de la obra que se realiza. Tal vocabulario puede ser «injusto» cuando funciona tácitamente a través de prioridades de fondos de los países europeos que requieren que los países con menos recursos cumplan y compitan desde una posición de desventaja.
Por último, debemos considerar dos aspectos del idioma muy relacionados entre sí, a saber, por un lado, el modo en el cual se utiliza el vocabulario elegido en un idioma de comunicación elegido, y, por el otro, el significado de las palabras. En diálogos interculturales de colaboraciones artísticas internacionales, surgen con frecuencia sentimientos de incomprensión y desaliento cuando las palabras se utilizan de forma diferente o se conjuran asociaciones o intenciones divergentes que dan origen a entendimientos distintivos de las mismas palabras. Dentro de un diálogo intercultural, siempre se debe anticipar la posibilidad de tales discrepancias semánticas y verificar si los hábitos lingüísticos y las presunciones de una parte son compartidos por la otra o pertenecen a la idiosincrasia de la propia cultura de una de ellas.

Todos estos aspectos del idioma tienen incidencia en tres niveles: (1) dentro del proceso creativo y profesional entre artistas; (2) en la comunicación entre los creadores y el público (es decir, la obra de arte en sí); (3) entre los creadores y sus financiadores o mandantes. En cada uno de estos contextos, existen decisiones que se deben hacer respecto a los tres aspectos del idioma.

 

Creador-creador

Creador-público

Creador-financiadores

Idioma de comunicación

La lengua franca elegida de la colaboración artística (posiblemente con traductor)

Idioma de la obra de arte (si lo hubiere)

Idioma permitido de la solicitud de fondos (es decir, acceso a los fondos)

Vocabulario

Discurso artístico compartido dentro del proceso creativo

Discurso artístico expresado en la obra de arte

Vocabulario esperado en la solicitud de fondos (qué palabras usar)

Significado

Significado y uso de palabras dentro del diálogo intercultural del proceso creativo

Significado y uso de palabras dentro del discurso artístico compartido expresado en la obra de arte

El uso previsto de las palabras en la solicitud de fond

 

En el contexto de colaboraciones culturales internacionales, las decisiones sobre el idioma con frecuencia se toman sin sensibilidad, lo que genera ámbitos de exclusión que dan como un hecho la libertad artística y la equidad mientras que enfatizan la influencia de los titulares de intereses más poderosos.


Como resultado, en lugar de deconstruir la dinámica del poder existente en el mundo del arte contemporáneo, las relaciones desiguales de poder se reproducen o replican. Esta reunión tiene por objetivo quebrar esta tendencia al hacer que nuestras decisiones acerca del idioma sean explícitas, y reflejen tanto los principios éticos y las medidas prácticas en base a las cuales podemos reorganizar colaboraciones culturales internacionales para que sean justas con respecto al idioma.


Al igual que el año pasado, los resultados de estos debates se presentarán en un informe y se usarán para continuar la conversación sobre las prácticas justas dentro de la cooperación cultural internacional.

 

Nota: Somos conscientes de que en este texto nosotros mismos usamos un determinado idioma, un determinado tono y un determinado vocabulario. Alentamos a los participantes a hacer lo mismo y a usar su propio idioma, tono y vocabulario. Una actitud abierta hacia la riqueza de la diversidad lingüística es el punto de partida de esta conferencia.

 

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